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La misión de Blue Cactus es ser un centro de nutrición artística, ofreciendo al Artista un lugar excepcional para crear de forma directa con la naturaleza. La Residencia está diseñada para envolver al Artista en el mundo natural, no sólo vislumbrado a través de una ventana, sino insertado en el propio paisaje sin barreras
Un lugar sin juicios, donde todos los Artistas tienen libertad para expresarse, sin dar explicaciones ni justificarse. Blue Cactus hace hincapié en la experiencia humana. La residencia crea un entorno para el Artista en su crecimiento personal, a la vez que refuerza que un producto final no es necesariamente el foco principal.Animamos a los Artistas a sumergirse en la vida rural española, en espacios creativos privados. Estar lejos de su entorno cotidiano permite al Artista investigar sus rutinas de estudio y su práctica de trabajo.
Animamos a cambiar las rutinas diarias para encontrar nuevos caminos hacia la imaginación y el proceso creativo. Dichas estrategias pueden ser tan sencillas como cambiar el horario de trabajo más en sintonía con la naturaleza, para establecer un reloj artístico diferente.
Comentarios
“Actualmente hay un renacimiento de los cactus y las suculentas. Y no crecen mal en las zonas lluviosas del norte de España, Galicia, Asturias, Cantabria, allí están bien. Incluso en el sur de Inglaterra están bien. Pero hay que preparar bien el suelo de antemano. Tiene que tener un buen drenaje. Entonces los cactus no son un problema (para cultivar)”.
“En realidad, para la gente es irrelevante la procedencia de las plantas. La ventaja que tengo es que a través del jardín botánico que estamos desarrollando aquí es que la gente va a dar un paseo, ve las plantas cuando están completamente crecidas. Luego quieren comprarlas en un tamaño más pequeño para poder cultivarlas más grandes. Ese es en realidad nuestro principal negocio, que la gente se lleve una gran cantidad de plantas pequeñas que ha visto previamente y que ha admirado.”
“Las especies de Cactaece en general tienen un área de distribución muy restringida y se consideran uno de los grupos de plantas más amenazados del mundo. Alrededor del 31% de las especies de Cactaece se consideran en peligro crítico o vulnerables”.
Viveros de cactus
Los cactus y otros géneros de plantas xerófilas necesitan muy poca agua y pueden adaptarse a entornos extremadamente duros. ¿Qué lugar más apropiado para celebrar este hecho que un antiguo descampado industrial en las afueras de Madrid?
Situado en una parcela adyacente a la estruendosa autopista AI, la Ciudad del Desierto es el mayor jardín de cactus de Europa y tiene como objetivo educar al público en general sobre los beneficios ecológicos y estéticos de la vida vegetal xerófila. Es una idea de Mercedes García, una agrónoma que cree firmemente que los jardines de bajo mantenimiento y escaso consumo de agua son el camino del futuro: una filosofía que ha bautizado como “zerolandscaping”.
Para crear la Ciudad del Desierto se reclamaron más de 16.000 metros cuadrados de terreno baldío, un tercio de los cuales está ocupado por un recinto diseñado por el estudio de arquitectura madrileño Jacobo García-Germán. Además de las visitas guiadas, la investigación y la cría de cactus, Desert City ofrece un espacio comercial, talleres, instalaciones para eventos e incluso un restaurante.
El edificio de García-Germán contiene estas instalaciones, una estructura horizontal de proporciones emblemáticas con un invernadero en el centro, donde los visitantes pueden contemplar una gran selección de plantas expuestas en una pacífica simetría. El arquitecto describe el proyecto como un gigantesco oasis: una parte abierta al cielo (el jardín) y otra encerrada en su estructura.
Chumbo
Hace una semana fui a Almería, en el sur de España, a visitar a mi amigo Rafa. Me recogió por la noche, así que no vi lo que había pasado hasta la mañana siguiente. Entonces me dispuse a dar un paseo por la colina hasta el antiguo castillo árabe en ruinas, como se hace. Y me encontré con esto:
Un bosque de nopales muertos. Lo que los gringos llaman tuna, y los españoles la chumbera. Frito a trozos desecados de color negro o marrón. Es como si un incendio forestal hubiera desgarrado la ladera y quemado sólo los cactus.
Hace años, cuando yo vivía en Tabernas, Malcolm McLaren vino de visita: él y su mujer se alojaban en el precioso hotel de la Alhambra, y Charley Braun y yo habíamos ido a recibirle y a ensalzar las virtudes del desierto de Tabernas, donde teníamos una pequeña oficina supuestamente dedicada a la producción de largometrajes. Llevamos a McLaren a una excursión, que incluía una escalada por la ladera de esa colina, en la época en que estaba densamente guarnecida por racimos de nopales cubiertos de espinas.
Malcolm era una persona muy inteligente y conocedora. Había dirigido a los Sex Pistols y acababa de publicar un maravilloso álbum propio: Madam Butterfly. Pero no era mundano en el sentido del desierto. Cuando nuestro pequeño grupo se acercaba a las murallas del castillo, miré hacia abajo y vi a Malcolm subiendo la colina agarrado a los arbustos de cactus… La señora McLaren pasó el resto de la tarde extrayendo espinas de las manos de su marido, mientras los demás nos maravillábamos de la cantidad que había.
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